Que la gripe no cambie tus planes


La gripe o "influenza" es una enfermedad muy contagiosa que se presenta de repente, sin avisar y que provoca un gran número de casos en un corto periodo de tiempo. Una vez contraída la gripe, la mayoría de las personas se curan completamente en una semana o diez días, aunque la tos y el cansancio se pueden prolongar. Las personas de edades avanzadas y todas aquellas que padecen determinadas enfermedades crónicas, son más susceptibles de sufrir complicaciones graves.


El contagio se esta enfermedad se produce de persona a persona a través de pequeñísimas gotitas de saliva que expulsamos por la nariz o por la boca al hablar, toser o estornudar.

Para saber si estamos enfermos de gripe, debemos tener en cuenta los síntomas respiratorios y generales que la acompañan. Los síntomas respiratorios de la gripe son muy variados. Destacan los siguientes: secreción nasal, tos y expectoración. Estos síntomas pueden venir acompañados del empeoramiento de otras enfermedades del sistema respiratorio, como por ejemplo la bronquitis. La gripe también se manifiesta a través de otros síntomas que no son respiratorios. Los más frecuentes son la fiebre, cansancio, dolores musculares, sudoración, dolor de cabeza intenso y accesos de tos.


Ante estos síntomas se debe acudir al Centro de Salud, y no a los Servicios de Urgencias para evitar que se colapsen, salvo que existan complicaciones.

Y para evitar el contagio se recomienda lavado frecuente de manos e intentar toser sobre nuestro propio antebrazo y no sobre las manos.


La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que la forma más eficaz de prevenir la enfermedad de la gripe y sus consecuencias es la vacunación. En los adultos sanos la vacuna antigripal puede prevenir entre el 70% y el 90% de los casos. Cuando se trata de ancianos, la vacuna reduce los casos graves y las complicaciones en un 60% y disminuye las muertes en un 80%.


La vacuna antigripal se debe administrar todos los años, debido a que la protección que proporciona va disminuyendo y a que la composición de la misma cambia según las frecuentes variaciones que se producen en el virus de la gripe.


La vacunación está indicada en población igual o mayor de 60 años y todas las personas más jóvenes que pertenezcan a grupos de riesgo. En estos grupos de riesgo para la gripe se incluyen los enfermos crónicos (cardiovasculares, pulmonares, diabéticos e inmunodeprimidos), los niños de 6 meses a 18 años en tratamientos prolongados de ácido acetil salicílico, las personas que conviven con personas de riesgo, los residentes en instituciones cerradas (prisiones, hogares,…), las mujeres embarazadas, el personal sanitario, el personal que trabaje en instituciones cerradas y las personas que trabajan en servicios públicos esenciales (bomberos, policías, funcionarios de prisiones,…).


La campaña anual de vacunación de La Consejería de Sanidad se desarrolla coincidiendo con el comienzo de los meses de frío en nuestro entorno, entre el 1 de octubre y el 30 de noviembre. Es decir, hay tiempo suficiente para vacunarse y no son necesarias las prisas para vacunarse en los primeros días de la campaña.


La vacuna se administra en el Centro de Salud o centro de vacunación habitual. También se administra en Residencias de Mayores, Centros Municipales de Salud y otros centros concertados


Es importante recordar la importancia de la vacunación anual de personas mayores de 60 años y de los grupos de riesgo que se han comentado, ya que con una intervención sencilla, que supone un solo pinchazo, podemos evitar complicaciones que pueden agravar enfermedades previas y repercutir seriamente en nuestra salud.