La Alcaldesa Noelia Posse ha mostrado su preocupación por la atención sanitaria que reciben las mostoleñas y mostoleños y denuncia el grave deterioro de los servicios de salud en el municipio. Lo hace tras conocerse que los directores de los ambulatorios de Móstoles han decidido declararse "inhabilitados y suspendidos de sus funciones" ante la decisión de la Consejería de Sanidad de dejarles sin competencias para cubrir las bajas de los facultativos de sus centros. Una medida que la Consejería de Sanidad ha tenido que retirar tras la presión de 98 directores de ambulatorios de la Comunidad de Madrid.
"Pese a que la Consejería de Sanidad parece haber dado marcha atrás en la medida, esto vuelve a poner de manifiesto los efectos de los recortes de la Comunidad de Madrid en sanidad y la deficiente atención que, por falta de medios y facultativos, están recibiendo nuestros vecinos. Móstoles tiene 210.000 habitantes, es la segunda ciudad más grande de la Comunidad y no hay médicos para sustituir las bajas, los facultativos tienen que doblar turnos o ampliar horarios y no llegan para garantizar una atención digna y de calidad- asegura la Alcaldesa-. Nuestros centros están al borde del colapso. Nos resulta muy alarmante que el Gobierno de Díaz Ayuso siga jugando con la salud y la vida de nuestros vecinos".
La Alcaldesa lleva años reclamando que se dote al municipio de un centro de salud en el PAU-4 que permita asegurar la correcta atención de los vecinos de este barrio liberando la presión de otros ambulatorios (el terreno para su construcción fue cedido a la Comunidad de Madrid en 2016), y también solicita desde hace meses que se reabra el Servicio de Urgencias de Atención Primaria [SUAP], que permanece cerrado desde el inicio de la pandemia.