El compostaje es un proceso de transformación biológica de restos orgánicos en un abono de elevada calidad, el compost, con importantes propiedades fertilizantes y estructurantes sobre el suelo.


FASES DEL PROCESO

El compostaje es un proceso de degradación orgánica en presencia de oxígeno mediante la acción de diversos microorganismos. Las principales fases que pueden distinguirse son:

  1. Fase de latencia y crecimiento: en esta corta fase, de dos a cuatro días de duración, los microorganismos se aclimatan al nuevo medio y comienza su multiplicación y colonización, comenzando a ascender la temperatura.
  2. Fase de descomposición o termófila: mediante la acción de organismos termófilos (tanto bacterias como hongos), se realiza la degradación de la materia orgánica consiguiendo un importante aumento de la temperatura, lo que contribuye a la higienización del material eliminando elementos patógenos y larvas que pudieran estar en el mismo (la mayoría de los microorganismos patógenos son muy poco resistentes a las altas temperaturas, por lo que no sobreviven al calor alcanzado en la compostera). También se reduce considerablemente el volumen del material.
  3. Fase de maduración: durante este proceso se degrada la parte más difícil de biodegradar de la materia orgánica, disminuyendo lentamente la temperatura, gracias a la colonización de microorganismos especialmente dedicados a biodegradar estos elementos.

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Tras la fase de maduración, podemos cribar el material obtenido para eliminar los elementos de mayor tamaño y usar el compost resultante.


¿QUÉ SE NECESITA PARA GARANTIZAR UN BUEN COMPOST?

El compostaje es un proceso biológico, por lo que, para su buen desarrollo, se requiere facilitar las condiciones de vida de los microorganismos que participan en el proceso. Los principales son:

Oxígeno: El compostaje es un proceso biológico aerobio (llevado a cabo por organismos que necesitan oxígeno), por lo que se requiere aireación del material. Esto se consigue de tres formas:

  • El estructurante que se añade facilita la creación de pequeños huecos en la pila de material que permite la existencia de aire y su circulación.
  • El aireado frecuente permite la entrada de oxígeno en zonas más inferiores de la pila, y no sólo en la zona superior de la misma. También al realizar el volteo de un cajón de compostera al siguiente conseguimos la aireación del material.
  • Las composteras comunitarias no tienen "suelo" facilitándose la entrada de aire por la parte inferior. Antes de comenzar a añadir el material, se suele poner un "lecho" de pequeñas ramas o huesos procedentes de un cribado anterior para facilitar la creación de huecos por los que entre el oxígeno.

La falta de aireación provocaría la sustitución de los organismos aerobios por otros anaerobios (que no necesitan oxígeno), produciendo procesos de fermentación que provocan malos olores y retardo en el proceso.

Humedad: El correcto grado de humedad facilita el desarrollo de los microorganismos encargados de llevar a cabo este proceso, ya que necesitan agua para vivir. Para ello en ocasiones se añade agua (especialmente en verano) evitando que la pila se seque. Un exceso de humedad puede provocar que los poros se ocupen y se dificulte la circulación de oxígeno, también necesario para el proceso. Por eso es importante garantizar la cantidad justa y necesaria de agua para conseguir un buen desarrollo de los procesos biológicos.

Temperatura: Son los propios microorganismos los que, durante su actividad, consiguen elevar la temperatura, llegando a los 70ºC. Cada fase del proceso requiere de diferentes temperaturas en función de los organismos presentes.

Tamaño de los materiales: Los microorganismos actúan sobre la superficie del material aportado. Si se introduce en pequeños trozos, hay más superficie sobre la que los organismos pueden actuar. Un tamaño mayor no impide el proceso, pero sí lo ralentiza.

Es un proceso similar al que tiene lugar en la naturaleza, por ejemplo en los bosques, en los que la materia orgánica se degrada para formar nuevo suelo. Mediante el mantenimiento y vigilancia del proceso, conseguimos reducir los tiempos en los que esta transformación tiene lugar.


¿QUÉ PUEDE AÑADIRSE A LA COMPOSTERA?

En la compostera pueden añadirse restos orgánicos de alimentos, tanto crudos como cocinados, así como papel de cocina y pequeños restos de plantas.

Cuanto más triturados estén los elementos que introducimos, más rápido obtendremos el compost. Es aconsejable no añadir restos de gran tamaño para que el proceso no se ralentice (por ejemplo, no depositar una piña o un melón enteros, sino partirlos en trozos).

NO se pueden añadir a la compostera restos inorgánicos, excrementos de animales, filtros de cigarrillo, restos de aspiradora, productos de higiene (pañales, compresas o tampones) o papel impreso con tintas.

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LOS 10 BENEFICIOS DEL COMPOSTAJE

1- Permite obtener abono de alta calidad.

Mediante una sencilla técnica de tratamiento de residuos orgánicos, se genera compost, abono de alta calidad, reduciendo el uso de fertilizantes químicos

2- Reduce el impacto medioambiental.

Al minimizar las toneladas de residuos generados que son transportados y tratados, disminuye la contaminación. Transformamos un residuo en un recurso, cumpliendo la hoja de ruta hacia una Europa eficiente en el uso de los recursos y cerramos el ciclo de la materia orgánica. Es lo que se llama "economía circular"

3 - No genera malos olores ni atrae insectos ni roedores.

Se trata de un proceso de transformación de la materia orgánica natural en presencia de oxígeno, donde los microorganismos realizan su función, contribuyendo a la continuidad del ciclo de la vida.

4 - No tiene gastos de mantenimiento.

Al ser un proceso natural no necesita energía pero sí la supervisión por parte de expertos compostadores para su seguimiento y correcto funcionamiento.

5 -Devuelve los nutrientes a la tierra y previene la erosión del suelo.

El abono – compost – que se obtiene es de la más alta calidad al tratarse de un proceso orgánico y natural, mejorando la estructura del suelo y reduciendo la pérdida de nutrientes.

6 - Mejora la calidad del aire.

Evita el vertido y la incineración de residuos, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero y el calentamiento global, es decir, reducimos nuestra huella de carbono.

7 - Demuestra la necesidad de reducir y reciclar, creando vínculos familiares.

Tiene un fuerte componente social y familiar al compartir una actividad que favorece la conservación del medioambiente más cercano.

8 - No implica riesgo alguno.

Se obtiene un producto– compost – totalmente estable e higienizado por la alta temperatura que se alcanza durante el proceso de transformación.

9 - Fomenta la educación medioambiental.

El compostaje comunitario favorece el desarrollo sostenible y la implicación de los participantes, así como su sentimiento de ser parte de la solución.

10 - Reduce los costes del municipio.

La ciudad reduce el gasto en la recogida y gestión de los residuos.


BENEFICIOS DEL COMPOST PARA EL SUELO

El compost obtenido es un producto de alta calidad, con color oscuro y "olor a bosque" que en poco se parece a los materiales con los que se generó. Sus principales beneficios para el suelo son:

  • Mejora la estructura del suelo, facilitando la formación de conglomerados que permiten una mejor aireación y retención de humedad.
  • Nutre el suelo y a las plantas que se encuentran en el, al ser un producto rico en nutrientes, convirtiéndose en una magnífico abono.
  • Reduce la necesidad de uso de fertilizantes químicos, cuyo coste ambiental es muy elevado.
  • Contribuye a disminuir las fluctuaciones de temperatura en el suelo, muy importante especialmente en los días más fríos del invierno.