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  • La muestra, que se podrá visitar hasta el 3 de noviembre, incluye un mural participativo en el que los ciudadanos podrán dejar sus propios peces de colores.


Exposición Yo de mayor quiero ser un gran pez (1)Exposición Yo de mayor quiero ser un gran pez (1)La Sala 1 del Centro Cultural Villa de Móstoles acoge, del 7 de septiembre al 3 de noviembre, la exposición de pintura "Yo de mayor quiero ser un gran pez", del artista Rafael Romero.

La muestra, organizada por la Concejalía de Cultura, Desarrollo y Promoción Turística, está formada por obras pictóricas, realizadas con materiales ecológicos y sostenibles, y gira en torno a los peces como símbolo de los recuerdos de infancia del artista en su Badalona natal, ciudad marinera.

"En esa obsesión del trabajo cotidiano, el pez, los peces, se consolidan en mi como un territorio de amplio bagaje, recurso insistente, icono placentero que me abstrae y aliena en esa catarsis del silencioso crear. Si intento ir al recuerdo mínimo y primigenio, a ese instante en el que el pez se vincula a mi vida, aparece tímidamente una escenografía con un sol mediterráneo dorado que asimismo dora las arenas bajo mis pies, espumas blancas de oleajes frescos de ida y vuelta y peces luchando por liberarse de las redes perversas del hombre", asegura Romero.

La serie cuenta con unas 45 obras, de las que se ha hecho una selección para esta exposición.

Rafael Romero ha sido profesor durante 21 años de Educación Visual y Plástica en Educación Secundaria y lleva más de treinta años desarrollando su labor artística en el campo de la pintura. Su obra ha sido expuesta hasta la fecha en 70 ocasiones de forma individual y más de 150 de forma colectiva en instituciones públicas y privadas nacionales e internacionales.


El mural participativo "Peces de colores"

El artista propone un mural participativo, "Peces de colores (Fragmento)", de 500 acuarelas originales sobre papel de algodón que se plantea como una actividad cocreativa y de participación ciudadana.

Dentro de la dinámica del mural, los ciudadanos pueden llevarse un pez a cambio de dejar el suyo, que previamente han tenido que dibujar en las mesas situadas a pie de mural. Finalizada la intervención, el mural inicial de peces de Rafael Romero será transformado y se convertirá en el mural de la ciudadanía.