Claves para aprovechar las prácticas laborales
El paro galopante ha dado valor extra a las prácticas estudiantiles en las empresas. Para los alumnos significa experiencia y escaparate, y para los empleadores supone talento potencial a precio de ganga. Estudiantes y emisarios de las empresas se reunieron una mañana en el instituto Luis Buñuel para cruzar impresiones y dudas. Se habló de la necesidad de iniciativa “pero con prudencia”, de aprendizaje “continuo”, de transmitir una imagen, “sin piercings ni tatuajes”, y de la importancia de la “ilusión”.
En
el instituto Luis Buñuel en
el barrio de Los Rosales, están convencidos de que “estudiar un ciclo formativo
es la forma más rápida y eficaz de obtener la preparación y cualificación
necesaria para acceder a un empleo”. Ofrecen titulaciones de grado medio
para los más impacientes: estética, peluquería, laboratorio de imagen, secretariado
y gestión administrativa en un solo un curso, más un trimestre de prácticas
en una empresa (de octubre a diciembre). Y para los que prefieran formarse
como técnicos superiores hay un grado especial en cinco trimestres de teoría
y el sexto de prácticas, esto es, dos cursos en total: en estética, peluquería,
imagen y administración y finanzas.
“Actitud” y “esponja”
En
el salón de actos del instituto Luis Buñuel había alumnos de los distintos
ciclos y a viva voz o a través de la jefa de estudios, Laura Sánchez, fueron
lanzando interrogantes a los empleadores. “¿En qué se fijan las empresas?”,
preguntó una alumna. “Pues en la formación técnica del alumno en prácticas
y en su actitud ante la vida”, comentó César García, de Multilegal Asesores.
“La actitud es fundamental, hay que ser una esponja”, señaló Eva Senderos,
de Móstoles Industrial. María Rosa Moraleda, de Deloitte, dio relevancia
además a “la organización, la proactividad”. “En poco tiempo sabes cómo respira
un alumno; los conocimientos son menos importantes que la actitud”, apuntó
el fotógrafo Gonzalo de la Serna, que avisó a los jóvenes de la idoneidad
de “un aprendizaje constante, para adaptarse a los cambios continuos en cualquier
sector”. Cristina Suárez, de Suárez Estética, ahondó en esa dirección: “Muchas
alumnas son esteticistas por el glamur pero, cuando ven que el aprendizaje
debe ser constante, enseguida se quedan sólo quienes se interesan de verdad
por la profesión”.
La primera impresión
A
tono con la estética hubo debate en torno al peso de la imagen en el puesto
de trabajo. “Cuenta la primera impresión, pero hay que descubrir luego si
sólo es fachada”, afirmó José Luis Linares, de la asociación Compañía de
las Obras. “Hay que transmitir formalidad”, añadió la emisaria de Deloitte.
Natividad Remior, del Centro de Estética Wax, mencionó un complemento muy
popular entre los jóvenes, los piercings: “No son convenientes a la hora
de recibir a un cliente”. ¿Y los tatuajes?, se interesó otro alumno.
“Donde fueres haz lo que vieres”, le contestó el representante de Multilegal Asesores, que no parecía esconder ningún tatoo bajo el traje. Todos coincidieron en que es preferible acudir a una entrevista de trabajo “sin piercings ni tatuajes” visibles.
Sorpresas
Entre
las preguntas, los alumnos se atrevieron con una cuestión problemática: “¿Es
verdad lo que se escucha de que la actitud de los alumnos de FP es cada vez
peor?”. Linares abrió un resquicio al optimismo: “Lo primero que piensas
al ver a un alumno en prácticas es si no sabrá casi nada y vendrá a pasar
unas vacaciones de tres meses jugando a trabajar, pero la realidad te da
sorpresas y a los pocos días descubres su interés y en muchos casos gracias
a sus preguntas durante el aprendizaje hemos mejorado procesos de trabajo”.
Pilar Tornero, de la productora Magnolia TV, manifestó que su experiencia
con los alumnos en prácticas “ha sido muy positiva”, tanto que tres meses
se le hacen “cortos”, y especificó tres casos recientes en que los estudiantes
“pasaron a la plantilla de la empresa” tras el rodaje del trimestre.
“O hablas inglés o nada”
Una
estudiante preguntó por el peso de los idiomas en el porvenir laboral. La
representante de la multinacional Deloitte los consideró “necesarios”. “Si
quieres salir al mundo, o hablas inglés o nada”, avisó el emisario de Multilegal
Asesores. “Si no hubiese hablado inglés y francés, habría perdido muchos
encargos y oportunidades de trabajo”, confesó el fotógrafo, que recomendó
“a los que tengan nivel bajo de inglés, que se pasen unos meses fregando
platos en Inglaterra”. “Hay que perder la vergüenza a hablar en público”,
remachó la empleadora de Deloitte.
“Estamos deseando trabajar”
Distrito
Joven inquirió a los alumnos por sus inquietudes laborales. “Estamos deseando
trabajar, encarar la vida laboral; hay determinados miedos, por la situación,
pero no perdemos la ilusión; aunque no es muy elevado el tanto por ciento
de estudiantes que se quedan en las empresas después de las prácticas, confiamos
en que este año sea mayor”, expresó Santiago. Tania, estudiante de gestión
administrativa, dijo que tiene “ganas de trabajar” y confió en sus posibilidades:
“Se me da bastante bien”. “Tania era un desastre en cuarto curso de la ESO,
pero va a triunfar como administrativo”, auguró una profesora. Rebeca, de
Estética, se mostró “deseosa” de poner el pie en una empresa, para así al
menos tener una clientela más variada, pues ahora se tiene que limitar a
“siempre las mismas, las compañeras”.
Motivación, sentido común y prudencia
¿La
experiencia importa? Relativamente, según los expertos que acudieron al instituto
Luis Buñuel. “Nosotros preferimos a la gente sin experiencia, por la motivación”,
reveló la representante de Deloitte, si bien tanto ella como los demás empleadores
reconocieron que lo de trabajar con alumnos en prácticas no es una bicoca,
“porque requiere un esfuerzo de comunicación enorme al principio”. Y porque
genera situaciones comprometidas; se oyeron casos, como el de una alumna
que confesaba a un cliente al teléfono que no sabía algo porque era “nueva”
o el de otro que le gritaba un mensaje a un jefe desde el fondo del pasillo.
¿Y se valora más la iniciativa o que se sigan unas directrices?, preguntó
Jonás. “¿Y qué tal un punto medio?”, sugirió la emisaria de Móstoles Industrial
y antigua alumna del instituto Luis Buñuel. “La iniciativa es importante,
porque es una forma de conoceros. Y el sentido común importa”, añadió. “Iniciativa,
sí, pero con prudencia. Y sobre todo no transmitir desidia”, recalcó la empleada
de Deloitte.
Premios Distrito Joven: escenario y euros para jóvenes con talento
¿Cantas, bailas, fotografías, pintas, tienes algún talento creativo?
Ahora vas a poder demostrarlo ante todo el mundo, en los Premios Distrito
Joven 2010. La Concejalía de Juventud demuestra que en Móstoles no hace
falta ser famoso para conseguir un escenario y difusión; lo imprescindible
es tener algo que transmitir: en la música, en el baile, en las artes plásticas.
Emoción, público y ¡1.500 euros! de premio para continuar la progresión
artística. Apúntate ya, en www.mostolesjoven.es o
en www.mostoles.es.
Los Premios Distrito Joven 2010 ponen de manifiesto que los conciertos de rap, rock y aledaños en las últimas fiestas de Móstoles no fueron una excepción, sino el principio de un movimiento institucional para dar visibilidad a los jóvenes de Móstoles que tienen algo que contar y mostrar. No habrá que esperar a la próxima farra patronal: habrá acción todo el año. Vayamos con los detalles y las categorías.
Grupos, solistas, orquestas, dj’s…
Los
Premios Distrito Joven de la Música reconocerán a los intérpretes de menos
de 35 años que puedan presentar un repertorio de al menos media hora. Habrá
una audición primera del material (disco compacto o vídeo) y los que superen
la criba podrán poner en escena esa música en un escenario de los centros
públicos municipales. En esa finalísima las bandas, deejays, solistas y otros
intérpretes podrán mostrar su música al público y un jurado de expertos decidirá
quién se lleva los 1.500 euros del premio. Habrá una condición para recibir
ese reconocimiento contante: acreditar que el dinero se destinará a “formación
o desarrollo profesional y musical”, desde el pago de la matrícula en un
curso o las mensualidades de un local de ensayo a la compra de música o material;
de hecho, entre los requisitos documentales (formulario, fotografía y deneí)
va uno inédito: una explicación breve de en qué invertirán la cuantía del
premio. Por cierto, al menos dos componentes de cada banda musical deberán
residir en Móstoles. Y eso es extensible al resto de categorías
Clásico, urbano, regional…
A
partir de este año los bailarines mostoleños tendrán un escaparate más, grande
y con público asegurado. Dará igual que su estilo esté en boga (esto no es
la tele, tan segregadora), porque los Premios Distrito Joven de Baile y Danza
buscan talento en todos los frentes: desde el clásico al urbano pasando por
los bailes regionales y otras modalidades. No hará falta una festividad,
un evento de academia o cualquier otra excusa: Distrito Joven será la catapulta;
habrá una criba inicial de aspirantes, a partir del material videográfico
que envíen al certamen, y luego la actuación, sobre la que juzgarán los expertos
para otorgar los 1.500 euros del galardón, que al igual que en la categoría
musical, estarán destinados al desarrollo profesional o artístico de los
ganadores.
Pintores, escultores, fotógrafos…
La
categoría de las Artes Plásticas abrirá un circuito extra de exposición en
Móstoles para los creadores de menos de 35 años. Urgen pintores, escultores,
fotógrafos, videoartistas y otros jóvenes con una obra que mostrar. Los que
superen el filtro inicial de calidad mínima pasarán “a una valoración posterior,
mediante la exposición en un centro cultural del municipio en el día y la
hora que la Concejalía de Juventud determine”, según los organizadores.
- Candidaturas a:
- Premios Distrito Joven
- Espacio Joven Ribera
- c/ Pintor Ribera, 15
- Información:
- Tel.: 91 618 16 16
- Correo: cidoj@ayto-mostoles.es
- Web: www.mostolesjoven.es ; www.mostoles.es
Reconocimiento “al esfuerzo”
¿Conoces
a algún mostoleño menor de 35 que merezca un aplauso por “su labor, esfuerzo,
trabajo, talento o por ser un ejemplo de jóvenes del municipio”? Pues no
tienes más que proponerlo para el Reconocimiento Distrito Joven. Uno podrá
ponerse en la carrera incluso a sí mismo. Hace falta aquilatar la candidatura
con al menos una decena de avales. Porque para aspirar a los Reconocimientos
de Distrito Joven habrá que demostrar los méritos con la firma de al menos
10 personas de la localidad y “una breve descripción de los méritos”. Ya
sabes, por fin todo Móstoles (y el resto del mundo, pues se garantiza eco
mediático) podrá conocer la labor de esos jóvenes valiosos que viven en la
ciudad y que hasta ahora no encajaban en ningún premio. Anímate e inicia
cuanto antes la recogida de avales.
Un joven mostoleño aspira a Eurovisión
De Móstoles a la gloria (eurovisiva) hay tres minutos de desamor y miles de votos. Los que necesita Aitor Nevado para que su canción “Mi dulce piel” llegue a la final de la votación popular que RTVE organiza para elegir al representante de España en el Festival Eurovisión. Este mostoleño de 25 años se presenta al concurso con ilusión genuina y sin padrinazgos televisivos ni coartadas friqui. Con el apoyo de todos vosotros (¡todos a votarrrrr, cinco veces al día!), Aitor puede conseguir que Móstoles ponga una pica en Oslo, el 29 de mayo. El plazo se cierra el 5 de febrero.
No requiere esfuerzo; aquí ww w.rtve.es está el perfil de Aitor Nevado y no hay más que entrar y ponerse a votar. Las reglas permiten apoyar explícitamente al cantante mostoleño cinco veces por día con la misma dirección de correo. En el momento de escribir estas líneas Aitor iba en el puesto 21º, de un total de 313 aspirantes, lo cual tiene meritazo tratándose de la primera vez que este joven canta para el gran público, con un tema hecho para él, obra de David Gallego, cantante de Los Dominios del Lobo. “Le sugerí algunas canciones de otras ediciones de Eurovisión y alguna música que me interesa; el resultado me encantó: una canción sencilla, con ritmo y con un fondo alegre pese a que habla de desamor; la gente me ha dicho que es pegadiza, que se queda rápido, lo cual es fantástico”.
“Nunca creí que tendría tanto apoyo”
Supere o no la criba de la finalísima con gala en TVE, este administrativo
de 25 años y residente en el barrio de Coimbra ha conseguido ya algo esencial
para quien desea vivir de la música: popularidad. “Nunca creí que tendría
tanto apoyo”, agradece. “Llevo mucho tiempo tomando clases de canto, pero
no había cantado más que para la gente cercana”. Fueron precisamente familiares
y amigos los que le animaron a presentarse a Eurovisión 2010, sabiendo
que es un fan declarado del festival “desde siempre”. “Lo sigo cada año,
me encanta el ambiente que se ve, la emoción de los votos y, sobre todo,
la sensación de representar a tu país delante de millones de personas”,
confiesa. En otros años no se atrevió (“¡se ve tan grande desde aquí!”),
pero esta vez las clases de canto han hecho efecto, le han dado “seguridad”.
Emoción y apoyos
Lleva Aitor unas semanas pletóricas de emoción, porque a la aventura de aspirar a Eurovisión suma la experiencia de grabar música en estudio. “Lo pasé genial en Monaguillo Records; tuve nervios, por la incertidumbre, pero estoy muy satisfecho con lo que hemos conseguido”. “Mi dulce piel” se puede escuchar en el web oficial de Eurovisión 2010 . El cantante espera gustar y que la gente se anime a apoyarle, de forma explícita, claro: cinco veces al día de aquí al 5 de febrero. “He movilizado a toda la familia, a los amigos y estoy conociendo a mucha gente gracias a todo esto; es una lástima que esta vez TVE no haga tres galas como el año pasado, porque entre esos 30 finalistas estaría seguro; pero intentaremos entrar en los 10 de este año”. La 55ª edición de Eurovisión se celebrará en el Forbenu Arena de Oslo, el 29 de mayo, a las 21.00 (hora española). España competirá con 24 países por la victoria. Por una noche y con Aitor Nevado: España, capital… ¿Móstoles?
“El esfuerzo cotidiano de la juventud”
El teniente de alcalde de Servicios al Ciudadano, Daniel Ortiz, ha animado a los mostoleños “a votar por Aitor Nevado para dar un empujón a su candidatura” a Eurovisión. Después de una reunión con el aspirante de Móstoles al festival, lo defendió como “un ejemplo del talento de los jóvenes mostoleños, un espejo de la laboriosidad y del esfuerzo cotidiano de la juventud, y una muestra de que con trabajo se pueden intentar alcanzar los sueños profesionales y personales”.
Fotos de Daniel y Aitor, aqui.
Anorexia y bulimia: hay salida
En la actual dictadura de la imagen, la anorexia y la bulimia nerviosas tienen cómplices a mansalva: publicidad ful, cánones peligrosos de belleza, frivolidad… Y en esa catarata de confusión caen jóvenes en abundancia, desde estudiantes de instituto hasta treintañeros largos. Móstoles cuenta con una de las asociaciones pioneras en el abordamiento de este trastorno de la conducta alimentaria. Se llama Antares y ha ayudado a cientos de jóvenes a librarse del pánico a engordar.
Quienes han acudido a la asociación en sus 16 años de vida saben lo esencial que es recibir “apoyo, esperanza” en los momentos de “angustia”. Por la nueva sede de Antares, “más céntrica y luminosa”, en el número 8 de la avenida de la Constitución (tercer piso, derecha), pasan cada semana nuevos afectados, y por teléfono se interesan personas de toda España y del extranjero, que hasta del Reino Unido han tenido pacientes. Son más de 600 socios, sobre todo padres y madres de jóvenes afectados, cuyo objetivo ha sido desde el principio proporcionar “tratamientos alternativos a los propuestos por la sanidad pública”, porque gran parte de los miembros sentía que “no se daba una respuesta adecuada a su problema”, comenta la presidenta, Carmen Flores. Todo empezó con una madre que, “preocupada por su hija, explicó su problema por la radio”. Aquella mecha prendió en un grupo de padres y gente voluntaria. Empezaron en una cafetería, luego consiguieron techo en una parroquia y al cabo lograron un local público, del Ayuntamiento.
“Tienen solución”
El primer contacto suele ser telefónico, al 916141068, que Carmen atiende a cualquier hora del día, porque sabe de la importancia de esa primera voz aliviadora. Lo normal es que esa presentación vaya seguida de una cita en la sede: “Las menores vienen con los padres; la gente adulta viene sola o con la pareja; nos cuentan los síntomas y nosotros les damos esperanzas y les derivamos a los expertos. Por lo general están muy preocupados por su peso, han restringido la ingesta al máximo y las más jóvenes han empezado a fallar en los estudios, se aíslan en la habitación, el malhumor las desborda y les cuesta asimilar que tienen un problema”. Lo capital: “Nuestra experiencia nos dice que los problemas de anorexia nerviosa tienen solución, con un tratamiento adecuado, personalizado”. Eso sí, la ayuda no se puede imponer, sería contraproducente. Conviene “intentar un diálogo lo más sereno posible y esperar al momento en que esa persona pueda escuchar”. Los que dan el paso son derivados a “un grupo de psicoterapeutas que colabora con la asociación desde hace casi 15 años, gente con gran experiencia y que ha tratado a cientos de pacientes de Antares”, indica Carmen.
“Disgusto” por uno mismo
En su web www.asociacionantares.com aprovechan para revelar a los desinformados –y a los prejuiciosos- que “ni la anorexia ni la bulimia se eligen, que quien padece un trastorno de la conducta alimentaria siente un profundo disgusto por su propia persona e intenta modificar su cuerpo, corregirlo en un intento desesperado por encontrar bienestar”, pero el alivio dura poco y la angustia vuelve “y con ella la exigencia de seguir bajando peso”.
Apoyo de familia y amigos
Desde Antares destacan la importancia de la ayuda de familia y amigos de la persona afectada, y eso cuesta porque las conductas de las enfermas “pueden parecer en principio obstinadas y caprichosas, pero es que a ellas mismas se les impone esa conducta desde su interior, con tanta fuerza que todo lo demás queda relegado a un segundo plano”. Lo aconsejable es “el diálogo: mantener una buena relación e intentar un acercamiento sereno que facilite la comunicación; cuando esa persona confíe, habrá que remitirla a una asociación o a los profesionales de la salud”.
“Hazte voluntario”
En Antares buscan “personas comprometidas, serias y trabajadoras, que quieran emplear parte de su tiempo libre (no importa si es mucho o poco) ayudando; es una buena oportunidad para echar una mano a gente que la necesita”. Para los estudiantes de Psicología, Trabajo Social, Económicas, Publicidad o Informática “será además una forma de adquirir formación y experiencia profesional”; “entregamos certificado de prácticas a las personas que nos lo soliciten”, concretan. Contacto: s.marquez.flores@antares.com.
Síntomas
Anorexia:
Las personas que la padecen tienen un importante miedo a ganar peso
o convertirse en obesas. Eso les lleva a:
- -Restringir la ingesta.
- -Realizar ejercicio intenso.
- -Provocarse el vómito y utilizar indebidamente laxantes o diuréticos.
Bulimia:
Las personas afectadas se preocupan por su silueta y peso, al igual
que quienes padecen anorexia.
- -Presentan repetidos episodios de ingesta voraz, durante los que comen gran cantidad de alimentos en poco tiempo, y sienten que no tienen control sobre cuánto o qué comen.
- -Con objeto de evitar ganar peso, tras un atracón, se provocan el vómito. También hacen mucho ejercicio.
Secretos del triunfo de dos “chicos de barrio”
Ángel Rojas y Carlos Rodríguez, directores y coreógrafos del Nuevo Ballet Español, bailarán este año en media Europa: Budapest, Londres, París, Madrid… “¡Y somos de Móstoles!”, presumían en la última clase magistral que dieron a jóvenes en el centro cultural de la Villa. “Dos chicos de barrio lo pueden conseguir, con muchísimo trabajo”, animan a quienes sueñan con “triunfar en la profesión, que no es lo mismo que ser famoso, eh”.
“Uno
triunfa con algo con lo que es feliz y con lo que puedes hacer felices a
otros; luego, si encima te aplauden y viajas por todo el mundo, pues…”, aclara
Ángel Rojas, sentado en la escalera de subida al escenario del Villa de Móstoles.
A su lado está Carlos Rodríguez, su compañero de avatares profesionales desde
hace 17 años, o sea más de media vida. Los dos mostoleños acaban de bailar
para los asistentes a la clase magistral, han mostrado en vídeo momentos
de “Cambio de tercio”, su última creación, y ahora se brindan a contar cómo
empezaron en la danza. Bueno, en realidad Carlos se remonta algo más, a sus
tiempos de probaturas como alevín del Real Madrid de fútbol; “mi padre quería
que fuera futbolista y por no decepcionarlo me pegaba cada tarde la paliza
de viaje hasta la plaza de Castilla”. También probó el judo, como la mayoría,
pero la vocación la encontró a través de su hermana. “Ella estaba apuntada
a danza y descubrí que eso era lo mío; pasados los años tuve alguna crisis,
al ver que todo los niños podían quedarse en el parque después de las clases
y yo tenía que ir a bailar; otra prueba fue cuando al crecer te dicen que
si eres maricón por bailar”, se sincera. Una espectadora quiere saber cómo
sorteó ese bache en vez de abandonar como tantos. “Yo tenía a mi madre, que
me llevaba al teatro y me mostraba otras facetas del arte; y había actividades
con las que subíamos al escenario, lo cual es interesante, porque es el momento
en que los niños ven si realmente les gusta el contacto con el escenario”,
responde Carlos.
“Por mí no hubiera apostado nadie”
Ángel
hace una defensa de la emoción frente a la moda. “Lo que no puede ser es
que un joven de ahora piense que si no va a Gran Hermano ya no es famoso
y por tanto no vale nada; no es así”. Hay muchas alternativas y es posible
que no sea fácil, más cuando se trata de una disciplina artística, en la
que es difícil medir las posibilidades desde el inicio. “Por mí nadie hubiera
apostado porque era un niño gordito, ¡tenía un culooo! (risas), y me gustaba
comer; si hubiera escuchado a la primera señora que me examinó en una academia
hoy no estaría aquí, por eso, frente a la titulitis y los exámenes, apuesto
por otras fórmulas para que los niños tengan el premio del aplauso: muestras
trimestrales, clases abiertas a los padres…”. Esta apelación al escenario
sirve a los fundadores del Nuevo Ballet Español, compañía residente en Móstoles,
para focalizar el futuro de su escuela de danza “en el trabajo: se trata
de aprender no de titularse; hay que ir paso a paso, la danza es un camino
muy largo, y no todo el mundo tiene que bailar al nivel profesional”.
Los “zapatazos” de los inicios
Estos
dos mostoleños tan internacionales, que han actuado en teatros de Nueva York,
a Macao, pasando por Polonia, Rusia y otros muchos escenarios, no han perdido
ni olvidado el bulle-bulle de los comienzos. “Los dos hemos bailado en sitios
insólitos”, confiesa Ángel, que empezó a ganarse un dinerillo haciendo bolos
en el restaurante El Recental. “Anda que no he pegado zapatazos con mi hermana;
nos hicimos unos trajes y ¡a bailar!; con esas actuaciones me pagué los estudios,
porque yo era el último de seis hermanos y mi familia no era pudiente”. Carlos
estuvo en tres escuelas privadas en Móstoles; “después, mi madre me llevó
a Madrid en busca de un buen maestro, que es lo importante”.
Menos discriminación
Carlos
empezó a los 10 y Ángel “a los 12 ó 13”; “muchas veces es mejor empezar tarde
y en esto de la danza a los hombres nos cuesta más empezar; lo bueno es que
el mundo ha cambiado y ya no hay la discriminación de antes”. Su consejo,
para los que recién han comenzado en el baile o se lo están pensando todavía,
es que se apunten a una escuela en su ciudad, para no tener que viajar a
Madrid cada día. “Por cierto, Móstoles se merece una escuela de verdad, hay
que conseguir una escuela de verdad para el año 2010”, proclama Ángel y el
público rompe a aplaudir. Una escuela con buenos maestros “a los que escuchar
para hacerse una carrera, para no ir sin rumbo”, se adhiere Carlos. A su
entender, hace falta que uno se vea “desde fuera” para ir calibrando las
posibilidades. “¿Hago lo que debo? ¿Bailo lo que no me va? Por eso es tan
importante rodearse de buenos maestros”. Y conviene no impacientarse: “Hay
que suavizar las cosas, dejar que fluyan, para no caer en la rutina”, tercia
Ángel.
Riesgo y premios
Quienes crean que lo del Nuevo Ballet Español, lo de estos “chicos de barrio”, no es para tanto, quizás no conozcan algunos de sus hitos desde 1994, cuando recibieron el Premio al Mejor Bailarín Sobresaliente del Certamen nacional de Coreografía, galardón que les valió el ingreso como solistas en la compañía Los Ballets Españoles, de José Antonio Ruiz. Desde entonces no han parado de arriesgarse experimentando con el flamenco a partir de las raíces y han bailado desde “Romeo y Julieta” hasta el “Don Juan” que les valió el Premio al Mejor Espectáculo Musical del Año 2004. Tienen también el Premio de Cultura 2006 de la Comunidad de Madrid, en la que residen, y cultivan su condición de mostoleños con clases magistrales y espectáculos como el que idearon para conmemorar el Bicentenario de la Guerra de la Independencia, “Baile de Máscaras”.
“Bailando por Haití”
Otra muestra del alcance de los artistas es su apoyo a causas humanitarias. Tenemos un ejemplo a punto: la gala benéfica Bailando por Haití, que se celebrará el 5 de febrero, en el Teatro del Bosque (a las 20.00). Rojas y Rodríguez, con apoyo del Ayuntamiento, recaudarán fondos para los niños supervivientes del terremoto de Haití. No estarán solos en el escenario; colaborarán también el Ballet Nacional de España, Losdedae, Larumbe Danza, Lola Greco, Malucos Danza, Teresa Nieto en Compañía, África Paniagua y Aitor Hernández, Paloma y Raquel Gómez, Francisco Velasco y la Ibérica de Danza, entre otros artistas. Las entradas cuestan 15 euros y se venden en el Centro Cultural Villa de Móstoles y en Limpiezas Rojas (plaza de la Fuensanta, 10). Habrá una fila cero, para que contribuyan quienes no puedan acudir al espectáculo:
FAMILIAS SIN FRONTERAS POR LA INFANCIA, 2100 - 0632 - 96 – 0200217702, de La Caixa.
Silencio, se rueda… en el Espacio Joven Ribera
El cineasta Jean Renoir dejaba siempre una abertura en los rodajes para que se colara la vida en cada película. Los alumnos del último Taller de Cine Digital de Móstoles tuvieron que cerrarle la puerta a la cotidianeidad, por fuerza mayor: para que los usuarios del Espacio Joven Ribera no se colasen en la filmación, porque utilizaron aulas y despachos de Juventud para grabar dos cortometrajes en digital: “La vacante” y “Una oportunidad”. El resultado se proyectará el día 28 de enero, en el Centro de Arte 2 de Mayo.
Distrito Joven acudió al último día de clase y, en lugar de una típica sesión de cierre a medio gas, se encontró con una sesión vibrante de consejos útiles y aportaciones serias. Los profesores, Óscar Cavaller y Jorge Verdú, de la Asociación Cine de Móstoles, sabían que el curso era corto en horas, que había muchos planes (introducción a la realización, planificación, edición, postproducción y prácticas) y no faltaba tiempo. De modo que ahí estaban en el último día analizando los pormenores de cada rodaje de los alumnos. Por ejemplo, Óscar, que ha dirigido varios cortometrajes profesionales www.cinedemostoles.com, les afeó que hubieran acudido a los rodajes con vestimenta inapropiada. “Vinisteis muy arreglados y tuvisteis suerte de que fuera un rodaje muy ligero, de tres horas por día, porque si no os habría costado resistirlo; hay que acudir con ropa cómoda, camiseta, pantalón de chándal y deportivas, nada de tacones”. A la par agradeció que los participantes hubieran “propiciado alguna carcajada” durante los trabajos, porque es fundamental el buen ambiente, y más cuando la filmación se atasca. “Es mejor una carcajada que esa gente destructiva, de mal carácter, que hay en algunos rodajes”. Nunca risas a destiempo, eso no, porque los retrasos suponen dinero, material y tiempo perdidos.
“Nunca se deja un plano tirado”
Verdú, director de fotografía, habló de su área: “Hay que estar todo el rato mirando a la cámara; el director de fotografía se queda siempre con la cámara, nunca deja un plano tirado, porque con que alguien mueva la cámara o mueva un foco sin constancia del director cambiará todo; me ha gustado bastante lo que he visto”, dijo refiriéndose a los trabajos de los alumnos, desdoblados en cineastas, personal técnico, de producción, de arte y también en elenco de actores y actrices. “El director (de la película) ve el contenido global, pero no la imagen sola, en el sentido del color o la iluminación, como la ve el responsable de la fotografía”, añadió Óscar pensando en la propia experiencia.
“A muerte con los actores”
Al poco asomó una pregunta crucial en la clase; la deslizó Óscar: “¿Cuál es la función principal de un director de cine?”. Hubo silencio inicial. Luego, alguien mencionó a los actores. ¡Bingo! “El director tiene que estar a muerte con los actores, cuidarlos; si no está con ellos, los actores se quedan solos en el escenario y ¿con quién se van a relacionar? ¿Con los eléctricos? En vuestros rodajes ha faltado ayuda para dar confianza a los actores (alumnos); en las próximas ocasiones tenéis que cubrirlos, protegerlos, aconsejarlos”. Sugirió también autocontrol. “Nadie se ríe porque un actor diga mal una frase, hay que controlarse”. El profesor reconoció que los intérpretes “son los más arrogantes y mimados”, pero los justificó porque son ellos “quienes ponen su físico para que el resto del mundo los juzgue; ante esa situación tan dura, cualquier tensión en el rodaje se notará en el producto final”.
Ruido, ensayos y “homenajes”
El que suscribe pudo escuchar que hubo cierto desorden en los rodajes y que eso es nefasto para funcionar con agilidad. El tiempo limitado como problema, siempre. Y el ruido; “ha habido muchísimo, ¿dónde creíais que estabais, en un bar?”, bromeó Óscar. Recomendó hablar en voz baja o usar walkies-talkies en vez de las voces en grito. “Porque no había nadie dedicado al sonido, porque de lo contrario no habría podido medir el ambiente”, criticó.
Para trabajos futuros de los alumnos, los docentes abordaron el asunto de los ensayos; “aquí no ha habido tiempo, pero recordad que funcionan, que sirven, que hay que conseguir que el actor entienda la historia, hacer una lectura, pedirle énfasis y transmitirle detalles”. Y, de último, el cine de los demás. Óscar y Verdú van a ver películas juntos y eso les ayuda a la hora de sus tareas de dirección y fotografía en los trabajos comunes. “Debemos aprender de quienes lo hacen mejor que nosotros. Y si alguien protesta diciendo ¡habéis copiado!, ya sabéis, decidles que lo vuestro no es copia, sino homenaje”.
“Star Wars”, equipo y estrés
Cada alumno del Taller de Cine Digital tuvo que escribir un guión. La elección del tema fue “totalmente libre”, desvela uno de los aspirantes a cineastas, Daniel Lavín. “Lo único que nos dijeron es que debían durar de 3 a 5 minutos, porque había poco tiempo y no podíamos enrollarnos; y que el corto debía transcurrir en el Espacio Joven Ribera”, detalla. “Evidentemente todos teníamos claro que no podíamos escribir Star Wars…”, añade. “Verdú y Óscar eligieron los guiones y los directores los reescribimos, Tamara Moreno, “Una oportunidad”, y yo “La vacante”; a partir de ahí los profesores acordaron el resto del equipo: un director de fotografía, otro de producción, uno de arte, un operador de cámara y un par de foquistas; en cada corto los papeles cambiaban; por ejemplo, en mi corto yo era el director y en el de Tamara fui actor, y así los demás”. La experiencia fue “bastante agradable pero un pelín estresante, ya que para cada corto había seis horas de rodaje y aun así el resultado ha sido reconfortante”. Daniel es un apasionado del cine, se apunta a todos los cursos posibles (estuvo en el último de videoarte también) y sueña con ser director. “Sé que es complicado, pero, bueno…”. Actualmente estudia segundo de bachillerato en el instituto Clara Campoamor.
El periodista vio los cortometrajes pero prefiere no desvelar nada del tratamiento, ni del espacio ni de la acción, para que la gente con curiosidad se apunte a la proyección del día 28 de enero. La entrada será libre y habrá sesiones similares, si el público demuestra interés.
Desafíos creativos en vídeo
Rosa, Héctor, Raúl, Javier y Marcelo aceptaron varios retos creativos en el primer curso de vídeo que organiza Juventud en el Centro de Arte 2 de Mayo: un ejercicio sobre la crisis, un cadáver exquisito, una carta filmada para un personaje público (eligieron al alcalde) y unos apuntes sobre el desamor. Todo con tal de “experimentar con nuevas formas narrativas, con libertad para crear”, según la profesora, Noemí.
“Yo los orienté pero no quise estar en los rodajes para no condicionarlos; luego analizamos las imágenes resultantes y con ellas construimos formas narrativas distintas a las que pensaron inicialmente; han trabajado muy bien en grupo, han colaborado mucho y han conseguido varias piezas en 10 días de taller”. Uno de los encargos fue una grabación en formato de carta dirigida a alguien (al estilo de las que se cruzaron dos cineastas enormes, Víctor Erice y Abbas Kiarostami); los alumnos eligieron al regidor, como destinatario, si bien finalmente la cosa quedó “en un esbozo”.
“Lo importante es la práctica”
A todos las 30 horas del curso se les pasaron como una exhalación. Menos mal que la teoría se limitó a un día y el resto a práctica, dentro y fuera del Centro de Arte 2 de Mayo. “Teoría la encuentras si te pones a buscar, pero lo importante es la práctica”, coincidieron. Los vimos rastrear sonidos en el archivo digital del Ministerio de Cultura, con ayuda de la profesora. Buscaban ilustración sonora para la caída de papeles de un periódico. En el equipo al que se arrimó Distrito Joven había dos informáticos, dos ingenieros y un trabajador que prefirió no mencionar su profesión. Rosa, informática de 24 años, había hecho “pinitos” con el vídeo y se inscribió en el taller para recibir “orientación”. Javier, ingeniero de telecomunicaciones, conocía el flanco teórico/técnico de la imagen y el sonido, pero deseaba abordar “la parte artística, porque durante la carrera habré tocado la cámara un par de veces, no más”.
“Rompe normas”
Raúl, ingeniero audiovisual, informático, fotógrafo y trabajador social, nos contó que le seduce el videoarte como fórmula que “rompe normas”; “quería abrirme a un audiovisual sin sentido”, librarse de las ataduras del encuadre que tanto mima como fotógrafo, por ejemplo. Para Marcelo, de 30, era su primer curso y más que meterse en arenas discursivas lo vimos callando y ejerciendo de actor en uno de los vídeos. Y completaba el quinteto Héctor, informático de 26 años, que en el día de edición se mostró como el más inconformista de todos con el hilo de las secuencias y la difícil armonía de imagen y sonido; “no hay tiempo”, lamentaba; la profesora lo apaciguó aludiendo a experiencias televisivas en que, por prisa, cuando no cuadra algo “se mete una cortinilla o un efecto”.
Zona de aprendizaje
El
Espacio Joven Ribera (Pintor Ribera, 15) funciona como punto de
encuentro, de preparativos (viaje) y de aprendizaje. Microcosmos de la
actividad juvenil en Móstoles, hasta en una tarde de fútbol televisado
puede uno ver allí a gente progresando y disfrutando con actividades diversas.
Por ejemplo, un curso de deejay.
Raquel Castrejo, instructora de actividades deportivas |
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Belén Campos, periodista |
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Sergio Vidal Vázquez “Ego Soul”, estudiante y rapero |
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