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  • El objetivo de este incremento en la partida que se prevé modificar al alza en los Presupuestos para 2019 es seguir aproximando a las bibliotecas de Móstoles a las directrices de la UNESCO para el desarrollo del servicio de bibliotecas públicas

visita Biblioteca Central 1Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextovisita Biblioteca Central 1Las seis bibliotecas públicas municipales de Móstoles triplicarán la partida de su presupuesto en 2019 con el objetivo de aproximarse a las directrices de la UNESCO para el desarrollo del servicio de bibliotecas públicas.


De este modo, los 40.000 euros de presupuesto anual actual pasarán a convertirse en 120.000 el próximo año.


La alcaldesa de Móstoles, Noelia Posse, que hoy celebró el Día Internacional de las Bibliotecas recogiendo su carnet y saludando a los trabajadores en la Biblioteca Central, -sede que este fin de semana celebra su vigésimo aniversario-, explicó que la mayor parte de esa inversión se destinará a la adquisición de volúmenes en otros idiomas.


Las directrices de la UNESCO para el desarrollo del servicio de bibliotecas públicas señalan que estas tienen como principales objetivos facilitar recursos informativos y prestar servicios mediante diversos medios con el fin de cubrir las necesidades de personas y grupos en materia de instrucción, información y perfeccionamiento personal.


La alcaldesa de Móstoles considera que, tal y como afirma la UNESCO, "las bibliotecas desempeñan un importante papel en el progreso y el mantenimiento de una sociedad democrática, al ofrecer a cada persona acceso a toda una serie de conocimientos, ideas y opiniones", de forma que, dijo, "es fundamental potenciarlas y dotarles de los medios necesarios para que puedan cumplir con su función educativa, haciendo para ello el esfuerzo económico que sea necesario, dentro de lo que las arcas públicas nos permitan".


Posse subrayó que la adquisición de fondos en otros idiomas para las bibliotecas de Móstoles responde a varios de los parámetros recogidos por la UNESCO: la educación, la instrucción y el perfeccionamiento personal, puesto que una biblioteca actúa como motor de mejora social y personal, facilitando materiales que son útiles para las personas y, en último término, para la comunidad.