El fotógrafo Iván España presenta en el Centro Sociocultural Joan Miró su proyecto “Eva y Adam, nunca se encuentran en el camino”
Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoLa Concejalía de Cultura, Bienestar Social y Vivienda presenta en la sala de exposiciones del Centro Sociocultural Joan Miró desde el 1 al 30 de octubre la muestra "Eva y Adam, nunca se encuentran en el camino", del fotógrafo Iván España. Se trata de una serie iniciada hace cuatro años, expuesta por primera vez en la primavera del 2018 y que, según el propio autor, se encuentra en permanente construcción.
La exposición está compuesta de 35 piezas, entre fotografías de distintos formatos y collages originales. El proyecto incluye también un aparte en el que se muestra el proceso de creación de las piezas, desde el boceto inicial hasta su culminación.
En palabras del propio Iván España, "esta exposición es mi proyecto más ambicioso y personal. Una investigación visual que llevo haciendo desde el 2014. Una serie de collages y autorretratos, con nuevos soportes y un discurso que nunca antes me había atrevido a afrontar en un proyecto artístico. Más subconsciente, más visceral y complementariamente abstracto…"
Iván España nació en Madrid en enero de 1980, aunque vivió y se crió muchos años en Móstoles. Cursó estudios de Realización Audiovisual y Fotografía. Actualmente trabaja como realizador-montador de Cine, Televisión y Publicidad.
"Enfoco mis inquietudes artísticas en la música, los collages, la videocreación y la fotografía. Siendo esta última marco de distintas exposiciones. Mis series están dedicadas al retrato y la figura humana como espacio emocional. Un proceso de investigación y exploración que me ha hecho crecer como persona y como artista", destaca el artista.
Marina Rodríguez, arquitecta paisajista, licenciada en Bellas Artes y colaboradora de Iván España, hace referencia en el texto que acompaña a la exposición al apego de éste por la poética surrealista, "a través de la cual – dice - el autor nos introduce en lo que parece ser un autorretrato de su propio subconsciente. La aparente simetría revelada mediante la dicotomía del proceso, se materializa por medio de los juegos de espejos, las figuras de lo femenino y lo masculino, los espacios interiores y exteriores, y las reminiscencias de la herencia afectiva, lo cual es transferido y expresado mediante soporte fotográfico y collage".
"Todo el proyecto se encuentra en constante tensión entre la presencia y la ausencia, lo matérico y lo efímero, la realidad tangible e intangible como método introspectivo de autoconocimiento que da lugar a todo un imaginario íntimo y surrealista del subconsciente", añade Marina Rodríguez.
