Imag_02Imag_02La regulación social de la sexualidad es dinámica en el tiempo y dependiente de culturas, tradiciones y circunstancias. En torno a la sexualidad, la tradición cultural juega un papel fundamental en la transmisión de ideas y valores de manera oculta y poco clara, manteniendo y fomentando los mitos y creencias socioculturales, en ocasiones sin ningún fundamento científico.

Las personas aprendemos en sociedad y con la sociedad, con lo cual todo lo que vivimos desde la infancia, amistades, familia, etc, nos influye, por eso es importante analizar qué se aprende, en qué momento y de qué manera. Ser exigente y buscar respuestas profesionales y sanas beneficia la salud y facilita la vivencia sexual, individual y de pareja.


Mitos acerca del amor, la pareja y la sexualidad

Los mitos son estas creencias erróneas sin fundamento científico que no aseguran una vivencia sexual y de pareja sana, y sin embargo las manejamos a diario e incluso defendemos.

  • "Si dos personas se aman de verdad, la felicidad está asegurada" A veces falla la comunicación, los objetivos, los gustos, aunque exista amor.

  • "El amor es verdadero cuando no se espera nada a cambio" El amor no es altruista: se da porque se recibe y porque se recibe, se da. Querer y sentirse querido es fundamental.

  • "Si una persona me ama debe saber lo que deseo en cada momento" Utilizar la magia es un juego peligroso que nos crea muchos conflictos; las personas somos diferentes y cambiantes a lo largo de nuestra vida: gustos, preferencias, etc.

  • "Si mi pareja está celosa es que me ama" Los celos limitan la libertad de las personas y en ningún caso son muestra de amor, sino de posesión.

  • "Si los encuentros eróticos no son satisfactorios, es que el amor falla" Los deseos sexuales no dependen del amor sino de los gustos personales.

  • "La masturbación dentro de la pareja se justifica para el hombre porque tiene más necesidades, pero en ningún caso para la mujer" Absolutamente falso, la masturbación es una conducta erótica más, individual o para compartir, e independiente del resto de conductas.