INFECCIÓN VIH-SIDA. "LLEGAR A CERO"


Con motivo del Día Mundial contra el VIH-Sida

Dentro del marco del Plan Nacional Contra el VIH, los grandes objetivos de la prevención en nuestro país siguen siendo los que ya en 1987 aprobó la Asamblea Mundial de la Salud: prevenir nuevas infecciones, reducir el impacto negativo personal y social de la epidemia y movilizar y coordinar los esfuerzos contra la infección por el VIH/sida.

Las vías de contagio son bastante conocidas, pero conviene no olvidarse:

  • Relaciones genitales sin protección, en las que intervengan el pene, la vagina, entre ambos o con el ano o la boca, entre personas del mismo o distinto sexo y en las que una de ellas sea portadora.

  • Transmisión desde una mujer embarazada hacia el feto durante el parto o durante la lactancia materna.

  • A través de la sangre por compartir objetos de uso personal cortantes (maquinas de afeitar, tijeras, jeringas...) o por contacto, por accidente, con objetos punzantes o cortantes entre profesionales y personas portadoras (pinchazo, corte...), transfusiones sanguíneas u otros productos sanguíneos no controlados.

Si se baja la guardia porque se piensa que cada vez es menos frecuente y los tratamientos han avanzado mucho, puede ocurrir como se comprueba en los últimos estudios, que los nuevos contagios se producen en personas jóvenesy por vía genital. Aun así, la tendencia de contagio va disminuyendo progresivamente.


Cualquier persona puede infectarse y la prevención depende del comportamiento de cada cual. Es responsabilidad de todos y todas informarse sobre las medidas preventivas e incorporarlas a su vida cotidiana, la creación de un clima de tolerancia y respeto hacia los estilos de vida diferentes y de solidaridad con las personas infectadas o especialmente vulnerables a esta infección, es imprescindible para frenar la extensión de la epidemia.

Uno de los problemas de la epidemia en nuestro contexto es que hay un considerable retraso diagnóstico, las personas están siendo diagnosticadas cuando llevan varios años infectadas. El éxito del tratamiento depende de la precocidad del diagnóstico.

El diagnóstico precoz de la infección por el VIH permite, en la mayoría de los casos reducir contagios (está comprobado que la persona que sabe que tiene la infección toma más medidas de protección); se evita que el paciente desarrolle SIDA y puede llevar un mejor control y evolución de su enfermedad por ello es recomendable realizarse la prueba rápida.

Además, desde 1996 en que se desarrolló la triple terapia, cada vez son más las personas portadoras que no desarrollan la enfermedad. En España, según el último informe del Centro Nacional de Epidemiología, la media de edad en el diagnóstico es de 36.7 años.

En la actualidad, el VIH-SIDA sigue formando parte de nuestro presente y es una realidad que cada vez está más estudiada: conocemos más sobre la trasmisión, lo qué significa ser portador/a del virus y qué hacer en estos casos; también la forma de prevenirlo. Esto nos facilita disfrutar de nuestra sexualidad, de nuestras relaciones y ser felices.


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