Yo soy yo, única e irrepetible y en todo el mundo no existe nadie exactamente igual a mi. Hay algunas personas que se me parecen, y pueden parecerse mucho, pero ninguna es idéntica a mi. Todo lo que es mío me pertenece: mi cuerpo y lo que este hace; mis pensamientos e ideas; mis ojos y las imágenes que perciben; mis emociones, tanto las positivas (alegría, amor, excitación, etc.), como las negativas, (desilusión, enfado, frustración, etc.); mi boca y todo lo que salga de ella, incluidas las palabras; y todo lo que yo haga tanto si afectan al resto de las personas como si me afectan a mi.

Mujer01Mujer01 Cuando hablamos de identidad femenina nos estamos refiriendo a la identidad de género, esta identidad se va construyendo a lo largo de nuestra vida con nuestra experiencia, y este aprendizaje está muy mediado por la cultura en que vivimos. Culturalmente nos han trasmitido que somos madre y cuidadoras por lo que vivíamos en función de los demás.


Nos han educado, generalmente, en la división del trabajo por roles de género, que nos lleva a una situación de desigualdad y subordinación y a la desvalorización de las tareas y roles de la mujer.

Actualmente se nos quiere dar un mayor protagonismo social con una mayor valoración de nuestros roles y las características de personalidad que se nos atribuyen.

Hoy sabemos que somos personas, y que tenemos que desarrollar todo nuestro potencial y para ello tenemos que empezar por tener nuestro propio tiempo y espacio.